sábado, 31 de mayo de 2008


New wave un estilo de vida y moda.

Originado en el movimiento cinematográfico fránces de la década de los '50, el concepto "new wave" fue el comodín utilizado por el periodismo, la gente de los sellos y los programadores radiales para designar a los nuevos sonidos que comenzaban a nacer con la llegada de los '80.La partida del punk como alternativa comercial, obligaba a los distintos actores del ambiente musical a buscar alejar cualquier reminiscencia a su legado de rudeza, mensajes directos y escándalos. El término "post-punk" fue dejado de lado por ese motivo, y apareció con fuerza el de "new wave", que aludía a un movimiento artístico-intelectual, supuestamente parecido al que estaba ocurriendo.En Estados Unidos, por ejemplo, se dio una dicotomía bastante extraña entre lo que era punk y lo que se consideraba new wave. Dentro del primer estilo se consideraba a bandas como The Ramones y Richard Hell and The Voidoids, mientras que en el segundo estaban Blondie y Talking Heads.Optar por la etiqueta new wave era adquirir un status diferente y, en adición, tener más posibilidades de fichar por una multinacional. Así, se subieron al carro nuevas agrupaciones como Cars, The Motels, The Go Go's, Pere Ubu, Jonathan Richman, The B-52's, REM, Devo, X, The Blasters, The Residents y otras tantas más, que habían moldeado su sonido a partir de los acordes punk.Todo era new wave y la new wave podía ser cualquier cosa. Bajo esta premisa, dentro de sus límites caben proyectos tan disímiles como el pop-oreja de The Motels y el bizarro art-punk de Pere Ubu (que tomó su nombre de la obra "Ubu Roy", escrita por el dramaturgo Albert Jarry a principios del siglo XX.). Bandas revisionistas del rock como The Blasters eran new wave, pero también lo era el dance-rock de estética kitsch de los B-52's.Sin embargo, con esfuerzo podemos encontrar características que cruzan el estilo y que van más allá de lo meramente musical. Acerca de este último punto, podemos fijarnos en la aparición de la tecnología aplicada al sonido, que se hace instrumento en el sintetizador. Paralelamente, y en algo que había quedado descuidado con el punk, se hace visible una preocupación constante por el tema estético. La idea era acompañar la música con un "concepto" visual de fácil identificación.
Para algunos, dichas inclinaciones eran parte de su propia vocación de vida. David Byrne, Chris Franz y Tina Weymouth, de Talking Heads, por ejemplo, se conocieron en la Escuela de Diseño de Rhode Island, lugar donde forjaron la idea de hacer música. Sus inquietudes artístico-intelectuales, obviamente, se volcaron a su sonido y a su look. La preocupación por lo externo era también un signo de una década y del cambio de paradigma que se había gestado, hacia el posmodernismo, mutando también lo que antes entendíamos como arte.La new wave inauguraba con sus sonidos simples y sus melodías eficaces una nueva década alrededor del mundo, y el Reino Unido no era la excepción. En tierras de la Reina la heterogeneidad también era la regla. Estaba el veloz trash-pop de los Rezillos (la versión escocesa de B-52's) y el post-punk depresivo de Joy Division (que después sería el dance-rock de New Order, tras el suicidio del vocalista de los Division, Ian Curtis), el noise-rock de Pop Group, el pop-punk melódico de The Police, el reggae-funk con mensaje feminista de The Slits, la retropsicodelia de The Cure y bandas más tardías como Happy Mondays, Inspiral Carpets y The Smiths. Muchos de estos grupos simplemente "pasaron" por la new wave y algunos, incluso, inauguraron nuevas corrientes. The Cure y Joy Division, por ejemplo, se sumaron a otros como Siouxie Sioux & The Banshees para sentar las bases de lo que íbamos a conocer como dark. Happy Mondays, Inspiral Carpets y The Smiths, por su parte, lideraron la escena del llamado "pop alternativo británico".Y en la palabra alternativo encontramos el destino de la new wave. Hoy, lo que alguna vez fue new wave es rock alternativo, en otro más de los múltiples usos que se le ha dado al término. Hoy en día, new wave se aplica a los grupos que hacen una relectura del punk de principios de los setenta, y que no era comercial a finales de esa década.Pese a todo, las grandes bandas de la new wave existieron sin importar el nombre que tuviera su sonido y mucha de la buena música de hoy tiene una deuda con ella, que marcó un parte importante de la historia del rock contemporáneo. Si no, que lo digan los miles de fanáticos que cada fin de semana repletan la discoteque Blondie y el Bal-le-duc para recordar (aunque algunos no habían nacido en esa época), bailar y vestirse a la usanza de la new wave